Se origina por influencias hormonales y bacterias que provocan infección uterina después del celo. Aparece habitualmente en hembras mayores de 5 años, aunque también es posible que lo haga a partir del primer celo.

En la mayor parte de los casos, la perra presentará secreciones anormales desde dos semanas hasta tres meses después de pasar el celo. Los síntomas de piometra son muy inespecíficos. No todas las perras tendrán secreciones, por ejemplo. Los síntomas más comunes son: apatía, debilidad, pérdida de apetito, fiebre, vómitos y secreción vaginal.

El método de elección para un diagnóstico definitivo de esta enfermedad es una ecografía abdominal.

Cuando el proceso está muy instaurado es posible que el animal tenga una infección generalizada y esto provoque la muerte del animal, por ello, es fundamental un diagnóstico precoz y una intervención urgente.

Kira fué paciente de piometra, su caso es el de la imagen principal, gracias a que los dueños trajeron al veterinario a tiempo a Kira y a la buena labor de las veterinarias de nuestra clínica Kira ahora es una perra sana.

La forma de prevenir esta enfermedad es esterilizando a nuestro animal.

¿Qué ventajas y desventajas tiene esterilizar a mi animal?